La Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC) confirmó este domingo que, junto a Cáritas Nacional, mantiene conversaciones "útiles y positivas" con diversas partes para facilitar la entrega de una ayuda humanitaria ofrecida por el Gobierno de Estados Unidos.
El paquete, valorado en tres millones de dólares, está destinado a las comunidades del oriente cubano más afectadas por el paso del huracán Melissa.
El fenómeno meteorológico dejó a su paso severas inundaciones, daños en cultivos y miles de viviendas afectadas, especialmente en las diócesis de Santiago de Cuba, Guantánamo, Bayamo y Holguín.
La Iglesia Católica, fiel a su vocación de servicio y caridad, ha reiterado su compromiso de acompañar a los más necesitados en medio de esta crisis humanitaria.
Según el comunicado oficial, la ayuda será canalizada a través de instituciones católicas en Estados Unidos y distribuida directamente a los damnificados mediante la Iglesia en Cuba, en coordinación con organizaciones locales.
La Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado estadounidense expresó su solidaridad con el pueblo cubano y destacó que las gestiones buscan asegurar que los recursos lleguen de forma directa a quienes más lo necesitan.
Los obispos cubanos han pedido a los fieles mantener la oración y la solidaridad activa, confiando en que estas gestiones logren resultados concretos que alivien el sufrimiento de los afectados y renueven la esperanza en medio de la adversidad.
"Que la Virgen de la Caridad del Cobre nos conceda lo que le cantamos con tanta frecuencia y devoción: '¡Todos tus hijos a ti clamamos, Virgen Mambisa, que seamos hermanos!'", concluye el comunicado.
Organizaciones independientes denunciaron la semana pasada que las autoridades de la isla han establecido “puntos de control” para impedir el paso de personas y suministros a zonas afectadas por el huracán Melissa. “Estas trabas establecidas agravan la tragedia vivida en la región oriental del país”, señaló el Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
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